De aquí salimos a encontrar -o tratar- el hotel, estaba en las afueras de la ciudad -para variar- sin señalización alguna, Bucanero se llama creo.
La calidad de los hoteles fue disminuyendo con nuestro viaje -a pesar de las estrellas que dicen que tienen en los catálogos, a nosotros nos tocó noche nublada- aquí llegamos y -a pesar de estar casi vacío el hotel- no había habitaciones disponibles, como llegamos hambrientos pedimos pasar al restaurant -comedor le vendría mejor- en un principio nos dijeron que no, porque no estabamos hospedados aún pero luego de leerle los derechos por los que había pagado -previa consulta con algún jefe por teléfono- decidieron ponernos las correas -manillas- aunque quedaron cuan larga eran porque la única tijera la tenía ...el CVP y estaba ...quién sabe donde.
La comida era de muy poca la variedad aunque podías comer lo que quisieras, coincidimos con mucho vanguardias -digo yo que eran vanguardias- y de nuevo contemplamos asombrados lo que es capaz de comer de una vez un ser humano -y de la cantidad de muslos de pollos que caben en un minúsculo bolso de mano-
Las habitaciones no muy bonitas pero limpias aunque tuvimos -nuevamente- que reclamar alguna taolla que faltaba, también había una piscina y la playa -esta última la descubrimos el último día -solo estuvimos dos o tres ya no me acuerdo-, un show nocturno en la piscina dicen -yo me quede durmiendo en la habitación pues estaba liquidado- que fue el mejor de toda la estancia en Cuba.

Aparte de los turistas -nacionales y extranjeros- teníamos de acompañantes a un gran número de iguanas que más de una vez estuvieron en peligro de morir bajo mis ruedas.

El primer día fuimos al Morro -Violeta se quedó durmiendo en la habitación debido lal colchón de mi casa-, yo en mi ignorancia ni sabía que en Santiago había un Morro. Es más pequeño que el de la Habana pero en mi opinión es bien bonito, aquí tuve que pagar un CUC por dejar el coche. Por suerte en los museos como soy cubano pago en pesos cubano como mis padres ;-)




Las fotos que tomamos en Santiago no tienen calidad porque las tomé con el celular -no había baterías en las tiendas!!!- de cualquier manera las pongo para compartirlas con ustedes.
Debo reconocer que me gustó Santiago, me esperaba algo diferente y me encontré con una ciudad grande, muy bonita, con grandes avenidas y su hermoso centro histórico, la gente amable al preguntar cualquier cosa, eso en Cuba es común.

Visitamos laCatedral por fuera porque estaba cerrada en ese momento.



Paseamos un poco por el centro caminamos por el parque que está frente a la Catedral...


Nos tomamos un café en un hotel que está frente al parque...



La calidad de los hoteles fue disminuyendo con nuestro viaje -a pesar de las estrellas que dicen que tienen en los catálogos, a nosotros nos tocó noche nublada- aquí llegamos y -a pesar de estar casi vacío el hotel- no había habitaciones disponibles, como llegamos hambrientos pedimos pasar al restaurant -comedor le vendría mejor- en un principio nos dijeron que no, porque no estabamos hospedados aún pero luego de leerle los derechos por los que había pagado -previa consulta con algún jefe por teléfono- decidieron ponernos las correas -manillas- aunque quedaron cuan larga eran porque la única tijera la tenía ...el CVP y estaba ...quién sabe donde.
La comida era de muy poca la variedad aunque podías comer lo que quisieras, coincidimos con mucho vanguardias -digo yo que eran vanguardias- y de nuevo contemplamos asombrados lo que es capaz de comer de una vez un ser humano -y de la cantidad de muslos de pollos que caben en un minúsculo bolso de mano-
Las habitaciones no muy bonitas pero limpias aunque tuvimos -nuevamente- que reclamar alguna taolla que faltaba, también había una piscina y la playa -esta última la descubrimos el último día -solo estuvimos dos o tres ya no me acuerdo-, un show nocturno en la piscina dicen -yo me quede durmiendo en la habitación pues estaba liquidado- que fue el mejor de toda la estancia en Cuba.

Aparte de los turistas -nacionales y extranjeros- teníamos de acompañantes a un gran número de iguanas que más de una vez estuvieron en peligro de morir bajo mis ruedas.

El primer día fuimos al Morro -Violeta se quedó durmiendo en la habitación debido lal colchón de mi casa-, yo en mi ignorancia ni sabía que en Santiago había un Morro. Es más pequeño que el de la Habana pero en mi opinión es bien bonito, aquí tuve que pagar un CUC por dejar el coche. Por suerte en los museos como soy cubano pago en pesos cubano como mis padres ;-)




Las fotos que tomamos en Santiago no tienen calidad porque las tomé con el celular -no había baterías en las tiendas!!!- de cualquier manera las pongo para compartirlas con ustedes.
Debo reconocer que me gustó Santiago, me esperaba algo diferente y me encontré con una ciudad grande, muy bonita, con grandes avenidas y su hermoso centro histórico, la gente amable al preguntar cualquier cosa, eso en Cuba es común.

Visitamos laCatedral por fuera porque estaba cerrada en ese momento.



Paseamos un poco por el centro caminamos por el parque que está frente a la Catedral...


Nos tomamos un café en un hotel que está frente al parque...



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