domingo, 24 de octubre de 2010

ElGerman en Cuba 2010

Como tal vez algunos ya lo sabrán, estuve una vez mas por la isla del Caribe. Dos semanas en total. Y, como es lógico, compatiré las experiencias y mis impresiones de este viaje con los visitantes de este blog. Tengo que hacerlo ahora, antes de que se me haya olvidado la mitad de las cosas (ya uno está en cierta edad...).

En concreto, voy a hacer dos posts. En este, el primero, escribiré sobre el viaje en si, lo realmente vivido. En la segunda parte dentro de un tiempito, escribiré un poco sobre las impresiones, muy personales, que dejaron esas dos semandas. Digamos, que tenemos una parte objetiva, y una parte subjetiva del viaje.

La visita esta era pués, entre los dias 16 y 30 de Septiembre. Entrada, como siempre, por Varadero, porque el punto de partida en Alemania, Duesseldorf, me es mas conveniente, desde la ciudad donde vivo. La opción de vuelo a La Habana existe, pero actualmente, los vuelos directos hacia allá, parten de Frankfurt.

Como siempre, el entrar a Cuba implica realizar una especie de carrera de obstáculos. El primero lo veia en el control de los pasaportes (immigración). Esta vez, había que recoger el papelito ese que requieren solamente los cubanos (no la tarjeta de turista) en el punto de llegada. La “agradable” consecuencia: no importa en que momento se sale de avión. En la cola de immigracion se es el último.

El segundo obstáculo; el seguro de viaje (salud), que es ahora obligatorio mostrarlo al entrar. El caso es que la póliza del mio está en alemán. ¿Entenderá Immigración esto? Cierta preocupación al respecto me hizo preguntarle al consulado cubano en Berlin, si era necesario ofrecer una traducción, o si tenián que cumplir con cualquier otra condición. Como era de esperar, el consulado decidió ignorarme por completo (ya que por una respuesta no pueden cobrarme nada).

Bueno, en el Varadero pues, opté en immigración por la cola de aquella cabina, que consideraba mas idónea. Dos parámetros me hicieron tomer decisión por esa cabina. El primero, muy importante, la oficial le sonreía a las gentes. O sea, no estaba de mal humor. Cosa importante, en caso de tener que tratar de convencerla de algo. El segundo parámetro, mucho mas importante; ella tenía tres rayas en el hombro. Esto es un punto importante, porque ello demuestra, que el portador, a diferencia de lors que tienen solamante una raya, está hace rato en “el negocio”, ha ya sobrepasado el estado inicial de tener que babosearle a los superiores. Además, muy importante pero poco común en Cuba, es capaz de pensar independientemente y tomar decisiones por cuenta propia. Esto último te ahorra mucho tiempo, porque el oficial no tienen que salir corriendo cada 5 Minutos de su cabina para buscar algún superior y preguntarle que hacer con el turi en cuestión. A fin de cuentas, la decisión fue la correcta y pasé sin problemas.

Tercer obstáculo; la aduana. A pesar el equipaje y tratar de hacerle entender al oficial, de que no traía DVD, sino solamente un tocador de MP3. El no lograba entenderme, que era eso. Le expliqué, que era como el walkmann de los años 90 (el de los cassettes), pero mucha mas chiquito. Creo que no me entendió, pero me dejó pasar.

Ya a esa hora, la sala del aeropuerto estaba casi vacía. Solamente quedábamos un par de infelices de pasaporte cubano, atascados en la aduana. Y, al igual que en el año anterior, nuevamente la aduana cubana no sabe que el país Alemania, se llama República Federal Alemana, o sea RFA. Y si uno pone, en el papelito de la aduana como país de procedencia “RFA”, ello equivale a Alemania.

En eso se me acerca un hombre y me pregunta, si yo me llamo Torres. Le digo que si, y el pregunta “¿Stefan Torres?”. Yo de nuevo: si, soy yo. Aunque ya en ese instante yo un poco intranquilo. ¿De donde sabe ese personaje mi nombre? Lo primero que me vino a la mente: ¡Ño, como está la seguridad del estado! ¡Y todo por un par de post en el blog del Yabu4! La frente se me llenó de sudor frio. Se aclaró, que el era el guia local de FTI, empresa turistica, con la cual había comprado el viaje. Y que me estaban esperando afuera el omnibus para el hotel. Claro, los turis normales (yo soy anormal) ya hacia rato estaban afuera sentados en el omnibus esperando solamente por mi. Me imagino que habian ya comenzado a echar raices y (por el hambre) darle par de mordiscos al asiento delantero. Y antes que el canibalismo se desatara desenfrenadamente entre ellos, el guia optó por buscarme.

Finalmente llegó el momento de salir del aeropuerto y de llegar al hotel. Durante el check-in, la recepcionista se quejaba del calor que hacía. Y, realmente, hacía calor. Me vi en el deber de aclararle, que era decididamente es calor la causa, de que nosotros (los turis) estábamos en Cuba. Porque, para pasar frio, no nos hace falta estar en un avión durante 10 horas. No estoy seguro, si mi explicación la pudo consolar un poco...

El dia siguiente, salí hacia La Habana, con Viazul. Había hecho la reservación con antelación, via Internet. Estuve alli hasta el martes 21.

El jueves 23, con el carro de alquiler, salí hacia Cienfuegos. Para evitar, de que me dieran nuevamente un traste como el Hyunday Atos, de le vez pasada, opté por alquilar una categoría mayor (medio). Me diero un Samsung SM3. Jamás había oido hablar de es marca de carros. ¡Pero funcionaba! Aunque ya tenía la amortiguación hecha leña (no sorprende con esas carreteras). Era automático. ¡Que cosa mas divina! Nunca había manejado un carro automático, pero, si algún dia me compro un carro nuevo, será automático. No hay manera mas sencilla y relajada de manejar.

En el trayecto Varadero a Cienfuegos recogí algunas gentes. Una de ellas llevaba un paquete que (ya me lo sospechaba) era carne de res. ¡Rayos! Tengo entendido que el tráfico de carne entre provincias no es nada legal, y muchísimo menos, si es carne de res. En Cuba es mejor matar una persona, que matar una vaca. Lo considero un poco atrevido por esa persona, haberme puesto en ese tipo de situación. Aunque, claro, la policia no suele registrar los tur, pero ¿que si precisamente ese dia lo hace?

El viernes 24, me todaba el viaje a Santa Clara. Bueno, ya sabemos, que no leí el correo de Marcos hasta el final, en donde decía, que si venia el dia 24, tenía que ser después de la cuatro de la tarde. El caso es que, no estaba en su casa. Esa era la parte negativa. La parte positiva, que encontré la casa. Bartolo tampoco estaba...

Al haber tiempo entonces, decidí ir en busca Roche, el profe de física nuestro. Sabía, que vive en algun rincón llamado Reparto Universitario. Asi que, a preguntar y preguntar. Y, sorpresa, di con el. Se ahora como llegar a su casa. El trabaja ahora en los Camilitos de Santa Clara, a donde lo fui a visitar. Aunque vale apuntar aqui, que su reacción al verme me desilusionó un poco. Se mantuvo extremadamente reservado. Yo lo reconocí enseguida al verlo. Tiene el mismo estilo de caminar, de como lo recuerdo. Está un poco mas encoguido; pero al fin y cabo, han pasdado casi 23 años, desde que nos vimos la última vez. Tal vez, o no me reconoció, o no quiso, al trabajar en una escuela militar, que se le asociara con un “traidor”.

No importa. Al dia siguiente, el sábado, regresé a Varadero. En el trayecto monto dos muchachas. La que se monta adelante, me sorprende de buenas a primera con la pregunta “Viaja usted solo?” y al responder yo afirmativamente, ella “¿Y no le gustaría mas viajar acompañado?” Debo reconocer aqui, que estuve unos instantes sin palabras. Porque yo sabía en que dirección era la pregunta. Pero no “profundicé” mas la temática.

Ahora bien, antes que los lectores se digan “yo creo que este Stefan es un maric..” quiero apuntar dos de las razones de mi decisión. En primer lugar, no vengo a Cuba a buscar ese tipo de diversión. Aunque reconozco, que hay muchos que si lo hacen (en el hotel mismo habia mas de uno). Además no quiero llevarme la impresión de que Cuba devenga como prostíbulo, hay que dejarle el orgullo a los cubanos (como lo dice la canción del grupo Moneda Dura, no son callejeros). En segundo lugar, yo ya no soy el mas jovencito, y esa muchacha podría haber sido hija mia (no habrá tenido ni 20 años). Y yo soy de Alemania. Si yo fuese de Bélgica, país este donde el abuso sexual de menores es una especie de deporte popular (*), de seguro habría decidido de manera diferente.

Menciono aqui, que una situación semejante, con pregunta semejante, se me presentó nuevamente al otro dia. Sin embargo, ya la pregunta no me sorprendió tanto y supe responderle a la muchacha “”No, viajo acompañado. Lo que guardé mi acompañante en el maletro para ir mas cómodo en el carro.”


El domingo 26 viajé a Matanzas, a buscar a Marino, el profe de historia. ¡Y di con el! También lo reconocí enseguida, aunque ahora anda con barba. El también me reconocí al momento. Se acuerda de una cantidad de cosas enorme de aquellos tiempos. Tanto del viaje a Trinidad, con la guagua escachada, cuando pasamos la tarde en el motel Las Cuevas, como de la fiesta de fin de año en casa de Bartolo (dondo yo no estuve), como los análisis de grupo y los trabajos en las areas verdes del pre. Asi también del profe Ramoncito (matemática) que queria robarle par de maticas de nuestra area etc. Tengo la dirección de Marino. Comos son datos personales, no la publicaré aqui. Pero si alguien la quiere, se la poedo mandar por correo. Supongo que sea posible avisarme por via de correo electrónico con el link del blog.



En resumen, ese fue el viaje. Me relajé muchísimo, tanto es asi, que al regresar, no me acordaba de la mitad de mis palabras claves a los programas en el trabajo.

Mi vecina se alegró muchísimo al yo regresar y hasta me puso un búcaro con flores en la sala. Siempre siento lástima, que ella ya tenga 80 años, y no solamente, al menos, la mitad.

(*) Esa impresión se me quedó grabada desde el caso de Marc Dutrox

5 comentarios:

Anónimo dijo...

A mi me gusto mucho tu crónica. Me ha impresionado mucho ver a Marino y me sonrio al leer como contestate a la segunda insinuación. Ufff, de los belgas, que decir, pienso en ellos y solo recuerdo esos deseos tan fuertes de desagradar que poseen.
Eduviges.

Anónimo dijo...

Me sumo al comentario de Eduviges. A pesar de no haber comentado nada anteriormente tu comentario lo léi desde hace mucho y me gustó muchísimo y sobre todo me gustó el gesto que has tenido de buscar a nuestro antiguos profes y amigos del pre. Eres una gran persona.
Un fuerte abrazo, Salvador

Anónimo dijo...

German!!! que pasó con la parte subjetiva???? la predicativa ya la tenemos :-)

Anónimo dijo...

A ver German si me he enterado bien, fuiste a ver a Roche a los camilitos, en un Tour y con una pinta de extranjero de los cojones y... querías que el hombre no estuviera asustado!!!! solo te faltó llamarlo por el audio de los camilitos jajjajaja y fijate que este tipo no es de los que mejores me cae pero... apretaste!!!! jaajjaja

El German dijo...

@Parra: Te doy razón. Al “reflexionar” mas tarde sobre la situación se me “alumbró” que aquello no ha cambiado para nada. Tolerancia nunca ha sido una virtúd de la sociedad cubana. Es una de las consequencias de tanto tiempo bajo mando de militares.

¿Pero, que se supone que hiciera? ¿Dejarme una barba? ¿Buscar el pantalón de los MTT en Cienfuegos? ¡No hay nada mejor que una buena puesta en escena! Y lo que vale es la intención. Y tan pinta de extranjero no tenía. Yo llevaba puesto un pullover que dice “Cuba”.

¿Lo habrán fusilado?

No hizo falta llamarlo por los altavoces. Realmente no esperaba que lo sacaran del aula, sino que, como ce acercaba el mediodia, me dijeran algo como :”Mira. Dentro de poco es horario de almuerzo. Lo podrás ver entoces. Pero lo sacaron alli mismo diciéndolo no sé que cosas. Aunque, tal vez, eso lo de “almuerzo” ya es cosa del pasado en Cuba...