Tres Guajiros en la habana (VI)

Sí como no, muy buena gente el tipo.

-Buenos días compañero.
-Parece que no te escucho flaco, habla más fuerte (dijo Bruno)
-Buenos días compañero (dijo Julio).
-Coño este tipo pa mi que no habla español, capaz que sea ruso de verdad, deja ver si se lo digo en ruso (dije yo).
-Drasbutie tavarich

¿Respondieron ustedes amigos?, lo mismo que el el compañero, nada de nada, ni pestañeaba, ni respiraba, por un segundo pensamos que era una estatua, como era prieto quizás era de bronce como la de maceo o como las que tenemos hoy día en la plaza del Carmen (Camagüey) que por cierto son muy bonitas y mis felicitaciones a Marta Jimenez (madre de alguien de la gente del Pre).

Al fin después de hablarle en ruso, en español, hacerles señas, pararnos en frente del compañero el hombre estatua prieta decidió hablarnos.

-¿Qué quieren?
-Mire nosotros vinimos a hablar con Yuri, el embajador, tenemos una cita con él.
-Ah, ¿ ustedes también tienen cita con ese señor?

Nosotros dijimos pa dentro, siiiiiiiiii, estamos hecho, el tupe nos salió perfecto.

-Sí, sí, tenemos cita con él, es para conversar temas de estudiantes.
-¿Temas de estudiantes?
-Es que teníamos unas becas en la URSS y él nos dijo que podíamos recuperarlas a través de él, que ya había hablado con las personas que tenían que ver con ese tema.
-Miren muchachos, me hacen el favor de irse ahora mismo de aquí, si no quieren que los meta preso ya, este señor que ustedes hablan fue sustituido, en esta semana, por estar promoviendo reuniones en contra de la revolución, y ustedes por lo que veo, no son de por aquí (de nuevo nos descubrían el origen), lárguense, pero ya.

¿Han visto ustedes un negro medio blanco tirando a rosado?, así se puso Julio (el negro), Bruno solo se mordía la bemba, pues aunque blanco fuera tenia labios bien pronunciados, y yo que medio ciego estaba ya en esa época por mi miopía, solo hacia pestañear, no nos movíamos, queríamos entrar, pero a la ves queríamos salir corriendo de allí, queríamos a las rusas, pero a la vez queríamos a nuestras cubanas, pero en la calle no en una cárcel, en fin fueron segundos de contradicciones, de frustraciones, de ganas de correr, de llorar, de todo, en fin, media vuelta, y a caminar, casi más de 10 minutos sin hablar, estábamos desconcentrados, nadie se atrevía a decir lo que estaba pasando, solo caminábamos bajo el ardiente sol del trópico.

-Coño , se nos jodió la cosa compadre.
-De furia, así mismo es, qué casualidad que este ruso se metiera en esas cosas.
-Ño, estamos salao, se nos jodió la yuma (se le decía la yuma a todo territorio que estuviera fuera de Cuba).
-¿Y qué hacemos?.
-¿Qué hacemos? Imagínate tú, ¿sabes que haremos? ( dije yo)
-Yo ni sé que hacer (dice Julio)
-¿Cuánto dinero tenemos entre los tres?

No recuerdo exactamente cuánto teníamos, suficiente para tres guajiros en la Habana, al menos eso pensábamos.

- Esta bien, ¿saben qué?, se nos jodieron las coca cola, se nos jodieron las rusas, se nos jodió la nieve, se nos jodió aereoflot, en fin se jodieron los sueños, pero no se nos joderá el viaje, si no hay rusas, aquí hay habaneras, si no hay coca cola, aquí hay jugo de naranja, si no hay nieve, aquí hay salitre, aguaceros y malecón de la Habana, y si no hay aviones, aquí hay suficientes guaguas y unos Jumbos que se llaman camellos, así que a levantar ese ánimo, no será en Eurasia pero que vacacionaremos tropicales en la habana tendremos.
-Sííííí, eso sí ta bueno.
-Pues a disfrutar guajiros, que la vida continúa.

Y así fue, típico de los jóvenes, nos recuperamos del duro golpe, respiramos, y comenzaban las vacaciones en la Habana, con la emoción, obviabamos algunos pequeños detalles como:

1-No teníamos donde dormir. (Pues solo Juan Carlos había hablado pa una noche)
2-No sabíamos ni papa de la Habana.
3-Teniamos permiso solo para tres días y ya estábamos en el segundo.
4-No teníamos ropa suficiente para tantos días como hablábamos.
5-No sabíamos, ni nos habíamos preocupado en qué, como y cuando volveríamos al legendario Camagüey.

Como ven, eran dificultades que con el jubileo y alegría de brincar una dificultad, no nos habíamos percatado, pero que verán en próximos capítulos, ¡qué importante es la planificación de un viaje!

Continuará...