
Estábamos esperando con nerviosismo noticias de las becas (sin prueba de ingresos) al campo socialista, en específico la ex URSS, ya sabíamos que las de Europa del Este estaban canceladas y escuchamos que por el audio general nos pedían que fuéramos a la Secretaría General, ya sabíamos de antemano que se nos había jodido el viajecito, fuimos y exactamente, nos metieron tremenda muela diciéndonos que la URSS había roto relaciones de estudios con Cuba y que estaban canceladas esas becas.
Se jodió la nieve, las rusas, la coca cola, en fin se nos jodieron todos los planes.
Nos fuimos para el albergue todo frustrados y nos sentamos en la litera de uno de los tres y… pum, la idea macabra, ¿Por qué no vamos a la Habana a visitar la embajada rusa y le pedimos que nos den la beca? Ingenuos ¿eh?, los guajiros además de ser guajiros éramos ilusos, pero jóvenes al fin, todo parecía fácil y empezamos a cocinar la idea.
Al principio éramos cuatro, aparte de nosotros tres estaba también Alberto Abascal, que no recuerdo porque al final no fue con nosotros, porque… ¡fuimos!
Cogimos un periódico donde había un escrito que hablaba del embajador ruso, su apellido no lo recuerdo, pero sé que se llamaba Yuri, lo copiamos y nos dijimos: Este es el tipo, con este es con quien tenemos que hablar, y así fue, guardamos a Yuri en nuestras carteras.
Comenzamos los preparativos y con ellos surgen una serie de preguntas y respuestas:
- ¿Quién ha ido a la Habana?, nadie, solo yo -con mis padres-
- ¿Quién se atreve a ir a la Habana?, los tres, locura total.
- ¿Cómo vamos?, en guagua, en colmillo blanco (wow que clase de guagua más rica)
- Ok, tenemos que sacar los pasajes.
- Yo los saco, con mis padres, tranquilos. Dije.
- Ok, todo listo para la semana que viene.
- Listo.
Llegamos de pase y seguían los problemas, no habían pasajes, empezaba la crisis del periodo especial, ya ni gasolina para las guagua había, pero teníamos que ir a la Habana. Yuri nos esperaba ansioso.
-Ok, no tenemos pasajes, pero podemos plantarnos en Lista de espera, ¿de acuerdo?
- Todos de acuerdo.
-Pero, tenemos que irnos un viernes, para tener tiempo.
- y... ¿cómo hacemos para pedir pase?
-Tranquilos yo conozco a Ariel Cortiña –el Director General-, es amigo de mi padre, le pediremos permiso.
-¿Y Juan Suárez? –Director de la Unidad-, es tremendo atravesado.
-Tranquilo, aquí el que más mea es Ariel Cortiña.
-Bueno, con Ariel entonces.
Fui a hablar con Ariel Cortiña, pero, cuando vio que éramos tres me dijo… coño parrita no eres tú solo, además ¿para qué van a la Habana?
-Vamos a la Habana, porque un grupo de jóvenes de la Universidad de la Habana, nos invitó a un acto revolucionario, nosotros pertenecemos a un Club llamado, UJOTACE PALANTE.
Uff… que clase de mentira, pero había que meterla. Yuri nos esperaba.
- El viernes ven a Juan Suárez y le dicen que yo los autoricé.
Yessssss, ya estaba todo listo, solo faltaba que llegara el viernes.
Llegó el viernes y huevo frito (Juan Suarez), empezó con su chiveta,
- ¿A qué van?, ustedes no son ejemplos, son muy indisciplinados, qué va, yo no les doy permiso.
De nuevo los percances, pero todo tiene arreglo, me vino a la mente, que Carbó, el Secretario General había estudiado con mi padre, y nos fuimos a verlo.
-Hola profe Carbó, mire, Ariel nos dio permiso para salir de pase hoy, pero Juan Suarez dice que no, y tenemos pasaje para la Habana (lista de espera), nos hace falta que nos ayude.
Denme las tarjetas de pase, autorizados. Yesssssssssss
Cogimos, sin ver a Juan Suarez, los maletines, nos cambiamos de ropa en mi casa, pues los demás eran de Santa Cruz y Lugareño, y directo para la terminal.
Los guajiros estábamos alterados, llegamos a las 9 de la noche a la terminal y… tremenda cola, pero las ganas de viajar e irnos de Cuba eran más grandes, nos sentamos a esperar, las 2 de la mañana y… ¡Ómnibus para la Habana!, arriba, ¡lista de espera!.
Al fin, empezaba, un largo viaje que duró una semana enterita, pero que lo dividiré en capítulos, hasta aquí el primero de los capítulos, créanme que fue una odisea lo de los Tres Guajiros en la Habana.
Continuará...
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