domingo, 27 de septiembre de 2009

Diario de un viaje (2)

Viernes, 18 de Septiembre

Hoy salimos hacia Cienfuegos. El trayecto me lo conocía ya, pués no era la primera vez que lo realizara. Pero esta vez, si hubo un elemento diferente de los otros viajes similares. Al salir de Varadero, el primer poblado es Cárdenas. Allí, en la primera señal de “Pare” que se nos atraviesa en el camino, esperan jóvenes, los cuales, bajo el pretexto de que les des una botella hasta, digamos Jovellanos, se te montan en el carro. Ya estando acomodados, ellos comienzan a “guiarte” hasta la autopista. “Coge izquierda allá aqui”, “Coge derecha allá” “Sigue recto” etc, etc. Por supuesto, que en Jovellanos no se bajan, sino que siguen hasta la autopista y alli te dicen “Mira, te he llevado hasta aqui. Si puedes dame algo para yo poder regresar”. Durante el primer viaje, por allá, por el 2007, caí en la “trampa”, porque ex-botellero yo (en la CUJAE), trataba de aliviar el problema del transporte. Una segunda vez, no hubo. En esa puñetera esquina no monto nunca mas a alguien. Durante el viaje del 2008, nuevamente se me arrimaron gentes estando yo parado en esa esquina. Tal vez Parra, que también anduvo en tour desde Varadero a Trinidad, sabe de la esquine que estoy escribiendo.

Pués bien. ¡Esta vez, no habia ni un alma parado en esa esquina! Mira que me sentí extraño en ese momento. ¡Tan abandonado y solito!

El resto del viaje fué poco espectacular. Unicamente, y eso me acompañó todo el resto de mis maniobras sobre las calles y carreteras cubanas, parece que durante las clases no les enseñan a los aspirantes a conducción, el uso de los intermitentes, para algo tan sencillo, como el de indicarle a los demás choferes en la calle, cuales son las intenciones del chofer. Si va a coger derecha, izquierda, parar, arrancar del parqueo. Están un poco en bronca con esa palanquita cerca del timón. Así que lo mismo puedes estar durante kilómetros en la autopista detrás den un camión con el intermitente izquierdo puesto (no tengo idea para donde rayos va a doblar), como mismo se te parquea en el malecón de La Habana un taxi delante, para recoger pasajeros sin hacer señal alguna y tu casi te le metes en el maletero. En mis ojos, eso es una aguda falta de respeto hacia los demás participantes en el tráfico.

En Cienfuegos nos hospedamos en el Jagua. Alli, a causa del poco público que había, no abrían el restaurante para la cena. Nos sugerieron probar El Palacio del Valle.

Así hicimos. Allí tambíen los guías de los dos grupos de turistas que habia, llevaron a sus “ovejas”. En el Palacio habia un piano (horriblemente fuera de sintonia) y una pianista/cantante (parte del inventario). Y allí me di cuenta, de las desventajas de viajar como turistas en un grupo guiado. El caso es que el guia sienta a sus turis en las mesas mas cercanas al dichoso piano, pero el mismo, se sienta dos cuartos mas lejos. Bien sabe el, por que. Vale aclarar, que yo tenía malos presentimientos, por que nos sentamos tambíen bien lejos del piano maldito. Y aún a esa distancia, cuando aquella mujer en el instrumento comenzó a tocar y, para colmo, acompañar la “música” con su voz. ¡Horror! De vez en cuando, uno de los turistas le compró algo de beber. Al principio me pareció algo raro, que esa actuación sea premiada por los turistas. Pero al rato comprendí la genial estrategia de ellos. Porque, siempre que la pianista tomaba, no podia tocar, ni cantar. ¡Asi que los turistas se compraban unos momentos de tranquilidad! Y, tal vez, especulaban, que al rato, la mujer cogiera tal curda, que fuese incapáz de seguir tocando. Sin embargo, no lo lograron. Cuando salimos, después de cenar, habia allí entonces un grupo de turistas, parece que, japoneses. Algunos de ellos tenian tremenda cara de sufrimiento. Estoy convencido, que mas de uno de ellos, amaneció al otro dia, con su espada clavada en el abdomen.

1 comentario:

Anónimo dijo...

German, ni luces de intermitente, ni de parqueo, ni de freno, ni de marcha atrás!!!!. Mi viaje varadero trinidad -pasando por Cienfuegos- estuvo acompañando de una gran tormenta de agua -sin limpiaparabrisas trasero tampoco-, eso si, tomamos fotos muy espectaculares de las lluvias y las nubes cuando el tiempo lo permitía -espectaculares para mi-.
Botella en la autopista no doy, lo siento pero he oido historias horribles al respecto, dentro de la Habana y en camaguey si doy bastante, la esquina a la que te refieres la conozco pero estaba vacía y mojada.

Ahhh se me olvidaba respecto a las carreteras otra cosa que no existe prácticamente son las señalizaciones!!!, yo en mi puta vida había conducido en Cuba -no tenía ni carro, ni dinero ni permiso pa comprarlo-, cuando viajaba iba dormido y otro al volante por eso ni idea de hacia donde o donde habia que doblar.

Para llegar a Trinidad desde Varadero en un momento -ya pasado Cienfuegos- pensé que iba pa otro lado, por suerte siempre se pregunta y un par de borrachos amables me explicaron.

En Santiago pa encontrar el hotel -uno de los mas baratos que encontré en internet, el baconao- fue otra historia parecida.

Los Hoteles donde estuvimos -menos el habana libre- padecían el mismo mal que dice el German, al no existir suficientes clientes solo abre un restauran y una cafetería o te "remiten a otro lugar", en los que fuimos solo abría un restaurante a media capacidad, lo que significa la mitad de las mesas, la mitad de las ofertas y la gente con la mitad de las ganas de trabajar que tienen normalmente -que con pocos turistas no son muchas-

Bueno es solo un comentario así que no sigo, el internet -vía palo- no está tan mal en estos días.